miércoles, 19 de septiembre de 2012

Entre pétalos de rosas


En la habitación se respiraba un vapor denso que provenía de la bañera, situada en el centro del baño. La cálida luz de Infinidad de velas repartidas armoniosamente por el espacio se reflejaba por las invisibles gotas vaporosas, haciendo que la atmósfera pareciese casi irreal, como la de un sueño. Un sutil aroma a rosas invadía la estancia. Al principio pensé que provenía de las velas, pero luego me di cuenta que, flotando desojadas sobre la superficie del agua caliente de la bañera  había decenas de pétalos. El rojo intenso destacaba sobre el blanco de la bañera, parecía como si quien había desojado cuidadosa y delicadamente las rosas hubiese estado desojando su corazón al mismo tiempo. Al acercarse al agua podía percibirse con mayor intensidad el aroma que desprendían, era como si todo se hubiese dispuesto de manera perfecta, aguardando la llegada de quien tenía que entrar en el agua, para que al sumergirse en ella limpiase todos los temores y las cargas de este mundo que le impedían abrirse camino hacia la felicidad, como si los rojos pétalos sobre el agua fusen trozos de un corazón esperando para aliviar y reconstruir las heridas del suyo propio, como si el aire perfumado fuese la fragancia de una nueva ilusión encontrada, y el ambiente casi irreal de la estancia fuese por fin el despertar de un sueño transformado en realidad; que nos encontrase sumergidos en el agua en un abrazo eterno, entre pétalos de rosas.


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