viernes, 23 de noviembre de 2012

EVOLUCIONANDO

La vida siempre nos enseña, queramos o no al final nuestro destino es aprender, podemos tardar más o menos pero el camino hay que andarlo.


Pensaba que son las experiencias que más nos duelen siempre las que también tienen el poder de enseñarnos…, esas experiencias suelen seren las que más nos hemos sentido tocados o en las que más pensamos que sufrimos cuando las vivimos. Con el tiempo, si somos capaces de extraer las lecciones que nos dan, crecemos hasta hacerlo lo suficiente, y reconocemos en nosotros la alegría por aprender lo que aprendimos en cada una de esas lecciones. Son ellas las que configuran los cambios en nuestro SER.

Pienso también a veces que nos guía alguna especie de ángeles, que en realidad se manifiestan a través de esa vocecilla que todos sentimos en el interior y que nos va guiando, para escoger el buen camino de forma natural para nosotros. Porque llevamos integrado ese conocimiento de alguna forma, alguien antes que nosotros quizá lo aprendió…, i nosotros tenemos el regalo y el privilegio de ese conocimiento desde que nacemos, por eso es tan importante no acallarla nunca, y escucharla siempor con muchisima atencion. Pero luego también están nuestras necesidades…, todo aquello que debemos aprender para poder seguir avanzando, pero donde no podemos escuchar la voz que nos guia…, para eso creo yo que también existen otros ángeles…, unos demás terrenales a los que creo que se les podría también llamar demonios. Ellos estan aquí también para guiarnos pero lo hacen en un plano mas físico… En nuestra realidad…, son los que nos indican el camino de una forma más…, traumática. Esas experiencias a las que antes hacía referencia y que tanto nos enseñan. Cuanto antes lo aprendamos mas camino habremos recorrido, más felices nos sentiremos, más capacitados para correr mas aun por la senda de la felicidad, para encontrar a quien de verdad desee acompañarnos en este camino, y para disfrutar de cada instante que vivimos en un íntimo contacto con la realidad. Llevando todas las experiencias a nuestro espíritu y llenando de bondad cada uno de nuestros días. Solo tenemos que encontrar la combinación perfecta entre ángeles y ángeles terrenales.., o demonios. Yo conozco algunos que lo han hecho, son personas absolutamente espectaculares.



Por todos ellos y los que luchamos por parecernos

1 comentario:

:) dijo...

Es cierto, necesitamos las experiencias para crecer. Algunas son muy duras, otras dulces. Hay secuestros que empiezan con un beso, corazones atrapados en rejas de costillas y soles que ciegan. Pero el verdadero ángel está en nuestra mirada.
Un beso dulce.