Hay días en los que las ganas de nada superan cualquier otra cosa, días en los que nuestros brazos, cansados de tanto remar, se niegan a seguir bogando en nuestro bote a la deriva, días en los que intentamos salir de nosotros mismos paseando nuestra soledad por lugares donde nunca estuvimos, haciendo cosas que nunca hicimos, viendo a gente que no conocemos…, pero al hacerlo solo conseguimos alimentar aún mas nuestra solitud. Pero sucede a veces que cuando mas perdido te sientes aparecen tres ángeles cuyas sonrisas, abrazos y besos te aportan el oxígeno necesario para seguir respirando, recatándote de ti mismo, recordándote las maravillas humanas que aún existen en este mundo.
A mis tres ángeles, gracias por rescatarme.
El tesoro
Hace 10 años
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